Última sesión de lectura con el libro "El Conde de Montecristo".
Diecisiete lectora hemos retomado el hilo de la lectura en el capítulo diecinueve de la segunda parte.
Villefort pretendió vengarse de la asesina de su hija, su propia esposa. Y aunque ésta le rogó clemencia él, impasible, la invitó a morir con su propia medicina. Claro que lo que él no sabía era que su hija sobrevivió gracias a la pócima del Conde de Montecristo.
El fiscal Villefort fue descubierto por su hijo Benedetto ante el tribunal. Por lo tanto se declaró culpable de haber querido enterrar vivo a su hijo.
La señora de Villefort tomó la más trágica de las decisiones, terminar con su vida y con la de su hijo. El señor de Villefort se volvió loco de dolor y el Conde de Montecristo consternado porque los límites de venganza habían acabado con la vida de un niño inocente.
El barón Danglars triste , arruinado y derrotado pidió perdón a el Conde de Montecristo, aquel joven marinero al que denunció con mentiras y falsedades y que tras el perdón le dejó en libertad.
Una historia de envidias, rencores, venganzas, traiciones, injusticias......marcados por un final casi de arrepentimiento por el dolor derramado por el camino.
A continuación desarrollamos un pequeño debate con la historia de este hombre valiente y sensible a la vez, al cual la vida le marcó física y emocionalmente.
Nos despedimos hasta el próximo día 30 de junio con alguna actividad lúdica-cultural relacionada con la
novela.
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