Terminado el libro de "Cartas impertinentes" con la conciencia de haber avanzado y apostado por una sociedad más justa entre hombres y mujeres.
Veinte mujeres nos alegramos de cada logro reconocido y en algunos momentos de la lectura nos entristecimos por comprobar que algunos colectivos viven anclados en la envidia, superioridad y prepotencia.
Una actitud que a día de hoy no nos beneficia para nada y que nos retrotrae a una época pretérita.
Por fortuna la mayoría de las personas nos sentimos iguales y queremos el mismo trato de respeto y de igualdad.
Unas cartas impertinentes que todas las personas inteligentes sabrán discernir fácilmente.
Las veinte mujeres llegamos a la conclusión de que la cultura machista se mantiene viva a pesar de todos los avances conseguidos. Somos las mujeres, no todas, las que admitimos ciertos comportamientos.
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