Algunas madres y abuelas que asistieron al taller de mayores, repitieron para asistir con sus hij@s o niet@s. En total se reunieron unas 40 personas.
Con la alegría que generan los niños y niñas, lo mejor fue comenzar con la lectura de cuentos. Se comenzó con la "oruga glotona" leído y contado por Maite, la monitora.
Me ofrecieron como bibliotecaria, leerles uno muy especial. Un niño que contaba un cuento a su papá para dormirse. Una historia invertida que hizo las delicias de chicos y grandes.
La tarde transcurrió a través de los cuentos: cuentos tradicionales, troquelados, para la oscuridad.......
Así, con esa contagiosa energía, comenzaron los talleres para continuar con la realización de su cuadernillo ; las madres y abuelas tomaron la iniciativa y prestaron ayuda a los peques.
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