miércoles, 16 de junio de 2021

Terminada la lectura de Fuenteovejuna, ¡todos a una!

 El pasado día 15, terminanos la lectura de Fuenteovejuna con uno de los grupos de lectura. Retomamos en el capítulo ocho deseando conocer el desenlace de la historia.

CAPÍTULO 8.La Boda.

Frondoso llevaba escondido desde el enfrentamiento con el Comendador. Un día sin que nadie lo supiera se acercó a la casa de Laurencia. Quería saber si ella le seguía queriendo, pues todo el pueblo creía que se iban a casar. Mientras tanto, Esteban y Juan Rojo debatían el enfado de Fuenteovejuna con el Comendador, el castigo que propinó a Mengo después del mal que le hizo a Jacinta. El Alcalde Esteban, se sentía culpable de no poder defender a su pueblo.


 Frondoso pidió la mano de Laurencia y Esteban, su padre, le dió la aprobación además de agradecerle las buenas intenciones que tenía con su hija. Laurencia confesó a su padre que quería casarse con Frondoso. Esteban, Frondoso, Laurencia y su tío Juan Rojo, hablaron con el padre de Frondoso para enterarle de la nueva. Esteban ofreció 4 mil maravedís a la dote de la pareja a lo que Frondoso rechazó.

Mientras en Ciudad Real ganan la batalla los Reyes Católicos, el joven Maestre huye para salvar su vida.

Llegó el día de la boda entre Laurencia y Frondoso. Todos celebraban y festejaban el enlace cuando el Comendador se presenta de forma violenta en Fuenteovejuna con sus criados y soldados. Detuvo la boda y mandó arrestar a Frondoso. Ni por las buenas hizo caso. Esteban le desafió diciendo que los Reyes Católicos no permitirían sus abusos. El Comendador furioso, le quita la vara y le golpea con ella. Laurencia y todos se revolvieron al mandarla encerrar. 

Juan Rojo anima a todo el pueblo a reunirse para tomar alguna decisión.


 CAPÍTULO 9.  La Rebelión del pueblo.

Los hombres del pueblo se reunieron en el Ayuntamiento para buscar solución contra los abusos. Sabían que los Reyes Católicos querían la paz en Castilla pero les ocupaba la conquista de territorios enemigos. Tenían que hacer algo sin que nadie se enterara ni se lo impidiera. Estaban decididos, matarían al Comendador. Laurencia llena de rabia por el maltrato sufrido durante su boda y después de escapar a gritos y por la fuerza del Comendador, les anima a llevar a cabo la venganza. Reprocha a su padre no defenderla y a todos los hombres no defender de tantos abusos a sus propias hijas.

Decidida propone sola o con todos, la venganza. Esteban manda a por lanzones, palos, ballestas y chuzos para defender su honor y el de todo el pueblo. Laurencia busca a las mujeres para proponerles se unan a la batalla. 

CAPÍTULO 10. ¡Justicia y Venganza!

Mientras, el Comnendador ordena a sus criados Flores y Ortuño colgar a Frondoso. No acepta súplicas de éste y la decisión la tiene firmemente tomada. 

Curiosamente, Flores escucha ruidos y era el pueblo que había irrumpido por sorpresa en casa del Comendador; así se lo hace saber.

Derriban la puerta y se empiezan a sentir acorralados. El Comendador manda soltar a Frondoso y le ordena que calme los ánimos de esa gente. Dentro de la casa se oye:-¡Viva Isabel y Fernando!. Frondoso una vez que llega junto a su gente grita: -¡Viva Fuenteovejuna!. Estaban decididos, iban a matarle. Laurencia entra también y se une a todos con las espadas en alto.

Flores se escapa y Mengo le persigue acordándose de los azotes que le dio. Al verlo las mujeres deciden hacerse cargo y terminar con él; cosa que a él le deshonra.

Flores herido consigue escapar y las mujeres se vuelcan en ver salir el cuerpo del Comendador. 

CAPÍTULO 11. ¿Victoria?

En Almagro, el Maestre de Calatrava se entera de lo sucedido en Fuenteovejuna. Enfadado quiere vengarse y propone ir con 500 hombres y acabar con el pueblo. Un soldado intenta calmarle tras la decisión de Fuenteovejuna de obedecer a los Reyes Católicos. No daba crédito pues sabía que ese pueblo se debía a la Orden de Calatrava.

El Maestre decidió disculparse ante el Rey y ponerse a su servicio. Los Reyes Católicos y don Rodrigo Manrique hablan sobre la conquista de Ciudad Real y que el Conde de Cabra se había quedado para proteger la ciudad por si volviera el enemigo Alfonso V, Rey de Portugal.

Llegó Flores a palacio para pedir protección tras escapar de los habitantes de Fuenteovejuna. Expuso al Rey la crueldad de la que había escapado. Que el pueblo se había revelado y había dado muerte al Comendador Fernán Gómez y que le hicieron pedazos. Que quitaron y borraron todos los emblemas para quedarse y servir a los Reyes Católicos-le dijo.

El Rey decidió mandar al pueblo un juez para que averiguara lo que allí pasó y luego ordenó curaran las heridas a Flores.


 Mientras los vecinos de Fuenteovejuna celebran la muerte del Comendador, exhiben su cabeza en la punta de una lanza mientras gritan: -¡Viva Isabel y Fernando! Rechazan la Orden de Calatrava y en su lugar ponen en el Ayuntamiento el escudo de los Reyes Católicos.

Esteban, intuyendo que los Reyes querrían saber la verdad de lo sucedido, propone a su pueblo que si preguntan quién lo ha hecho, respondan,-¡Fuenteovejuna!, siempre Fuenteovejuna, por mucho que pregunten y torturen. Todo estaba decidido, el culpable sería Fuenteovejuna pues así, no podrían culpar a nadie.

CAPÍTULO 12. ¡Todos a una, Fuenteovejuna!

Un juez llegó al pueblo para interrogar a sus gentes. Interrogan y torturan a un viejo, a Esteban, a un niño, a Pascuala, Frondoso, Mengo.......y todos aguantan y  responden que lo hizo Fuenteovejuna.

El juez, furioso y cansado de tanta burla se marcha a hablar con los Reyes.

El Maestre de Caltrava entra en palacio para pedir a los Reyes perdón. Juró no volver a disgustarles y se comprometió a servirles y protegerles con más de 500 soldados ; cosa que el Rey aceptó.

Minutos más tarde, entra el juez apenado para decirle lo que traía de Fuenteovejuna.

El juez le dijo que que había interrogado y torturado con gran dureza a más de 300 persona y hasta niños de 10 años, pero le había sido imposible averiguarlo. Todos decían los mismo. Os los perdonal a todos o los matan a todos- les dijo. Fueron sin premisa a hablar con los Reyes los dos alcaldes. Frondoso, las mujeres y algunos vecinos y vecinas.

Muy educadamente les dicen:- "Señores, somos personas humildes de Fuenteovejuna que venimos dispuestos a servir y obedecer, ya que la tiranía y crueldad del Comendador hizo mucho daño a nuestro pueblo, pues nos robaba las fincas y bienes, y de las mujeres abusaba sin compasión".

Después cada uno expuso su trágica vivencia de manos del Comendador y con atención fueron escuchados. Dijeron que estaban a su servicio y que el escudo de los Reyes ya lucía en su pueblo. Le suplicaban perdón pues su pueblo era inocente.

Los Reyes no tuvieron más remedio que concederles el perdón, admitirlos bajo su gobierno y buscarles otro Comendador. Se despidieron agradecidos y contentos de acabar con la negra historia de Fuenteovejuna.

Y así terminamos esta interesante y no menos triste lectura del pueblo de Fuenteovejuna. Estamos preparando la actividad del libro que será viajar hasta Fuenteovejuna y conocer de primera mano su historia.




 

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