miércoles, 2 de marzo de 2022

Lectura con el libro "Sentido y Sensibilidad"

 Llegó el día uno de marzo y después de un breve parón retomamos  nuestras sesiones de lectura. Acudió el primer grupo del club con la ilusión de un nuevo libro y de una nueva historia. 

"Sentido y Sensibilidad" de Jane Austen en la adaptación a la L.F. por Núria Pradas es la lectura elegida.


 CAPÍTULO 1

-La muerte del padre.

Henry Dashwood el marido de la Señora Dashwood murío. Después del entierro, John, el hijo del primer matrimonio, Fanny su esposa, su hijo y los criados se instalaron en Norland con la viuda y sus hijas. La casa familiar al sudeste de Inglaterra pertenecía ahora a John porque era él único varón.

La señora Dashwood no estuvo muy de acuerdo pero aguantó por algunas de sus hijas. Elinor tenía 19 años tranquila y afectuosa. Marianna de diecisiete era como su madre, todo sentimiento y pasión. Margaret, la más pequeña era muy alegre y de buen carácter. Fanny, la mujer del heredero consiguió dejar sin renta vitalicia a la señora Dashwood. La única persona agradable de esa casa era Edward Ferrars. Edward era hermano de Fanny, un chico poco agraciado pero muy afectuoso. Él y Elinor eran muy amigos y hablaban mucho. A la madre de Elinor le agradaba la relación pero a Fanny no le hacía tanta gracia. Fanny consideraba a Elinor una cazafortunas. La señora Dashwood decidió salir de esa casa.

CAPÍTULO 2

-Una nueva vida.

Sir Middleton un pariente lejano, invitó a la Señora Dashwood vivir en alquiler en una casita que tenía en el condado de Devonshire con sus hijas. Su casa estaba muy cerca , en el Valle Barton.

La casa era pequeña pero confortable, algo pobre comparada con Norland. Tenía muy buenas vistas. Colocaron el piano de Marianne y colgaron los dibujos de Elinor la sala.

A  la mañana siguiente les visitó sir John Middleton, un señor de 40 años con su esposa lady Middleton para invitarlos a cenar.

CAPÍTULO 3

-Barton park.

A sir John le gustaba tener siempre a algún amigo en su mansión de Barton Park. En verano celebraban fiestas al aire libre.

Esa  noche estaban el corenel Brandon un buen amigo y la señora Jennings, viuda, era la suegra de sir John. Una señora mayor y habladora. Preguntó a Elinor y Marianne por sus pretendientes, ellas palidecieron. La hermana pequeña se apresuró a decir que Elinor sí tenía. La señora Jennings quiso saber quien era pero Margaret solo le dijo que el apellido empezaba por F.

Cuando terminaron de cenar pasaron al salón y Marianne sonrió al ver un piano. Pidió tocarlo y todos quedaron encantados, sobre todo el coronel Brandon. Era un hombre de poca palabra pero se le notó escuchar con admiración a Marianne. A la señora Jennings, que no se le escapaba una, pensó que el coronel y Marianne harían muy buena pareja. Aunque se iba extendiendo ese rumor a Marianne le parecía un hombre mayor, tenía 35 años.

CAPÍTULO 4

-La tormenta.

Esa mañana salieron a pasear Margarer y Marianne, había llovido durante dos días. Alegres cogidas de la mano caminaron alegres durante 20 minutos. Comenzó a llover y tuvieron que regresar a casa. Al correr monte abajo, Marianne resbaló y cayó al suelo. Margaret salió corriendo a pedir ayuda. Comenzó a tronar, asustada la encontró un joven a caballo al que dirigió al lugar donde se encontraba su hermana.

Según dijo el tobillo no estaba roto, la cogió en brazos y bajó con ella monte abajo. Ella le miraba con agradecimiento y admiración. Llegaron a Barton Cottage y la madre y Elinor ya estaban preocupadas.

La madre le dio las gracias y le invitó a sentarse pero, no aceptó porque tenía la ropa mojada y sucia. Les preguntó su nombre y se llamaba Willoughby. Él pidió volver al día siguiente y Marianne estuvo a punto de gritar de felicidad.

CAPÍTULO 5

-El joven Willoughby.

Sir John fue a visitar a Marianne y la señora Dashwood quiso saber si conocía al joven Willoughby. Claro que le conocía, dijo que era el mejor jinete de toda Inglaterra. Sir John siguió hablando bien de él.

Vivía en Combe Magna, cerca de Cleveland, pero tenía una tía más cerca, en el Valle Barton, en Allenham. Una señora agradable pero con una salud delicada. Él acabaría heredando la propiedad. A sir John le parecía un chico excelente. Al ver a Marianne tan ilusionada le comentó que al coronel Brandon se le veía enamorado de ella. No le gustó el comentario pero sonrió al recordar al joven Willoughby.

CAPÍTULO 6

-La visita.

El joven Willoughby llegó temprano a ver a Marianne y se alegró estuviera mejor. Se sentó junto a ella a charlar. Se le veía educado, amante de la música y el baile como a ella. Elinor echaba de menor a Edward. A ella nunca se le había declarado pero ella estaba enamorada y no sabía si era correspondida.Cuando se fue el joven Willoughby Elinor estaba molesta con Marianne pues pensó había estado hablando demasiado tiempo con el joven. Pensaba no haberse comportado como una señorita. Pero Marianne se sentía muy feliz. A la madre le pareció bien esa relación.

CAPÍTULO 7

-Un mechón de cabellos.

Willoughby visitaba a menudo a las Dashwood, para Marianne era el hombre soñado. No había sido tan feliz nunca. Se burlaban a veces del coronel Brandon y eso a Elinor no le gustaba. A Marianne le parecía un hombre aburrido. Pero a Elinor le parecía que su hermana y Willoughby se comportaban de forma alocada y eso le preocupaba.

Margaret se dio cuenta como cortaba el joven Willoughby un mechón de cabello a su hermana Marianne. Su madre y Elinor se echaron a reir, eso significaba que se iba a declararse.

CAPÍTULO 8

-Una carta misteriosa.

El coronel Brandon invitó a todo el grupo a su propiedad a unos 12 millas de Barton. Una vez desayunaran, les enseñaría Whitwell.

Pero antes de partir, recibió una carta. Se excusó pues tenía partir enseguida para Londres. Willoughby y Marianne bromearon con el comentario de que igual el coronel tenía miedo de coger un resfriado.

La señora Jennings pensó que la carta sería de la señorita Williams. Marianne no conocía a esa señorita y bajando la voz la señora Jennings le dijo que era su hija natural.

Como ya tenían los carruajes preparados, sir John propuso al grupo dar un paseo por el campo. Todos estuvieron de acuerdo pero Marianne y Willougby se subieron los primeros a su carruaje y llegaron más tarde que los demás. Su hermana Elinor se preocupó además de la tardanza era porque Willoygby todavía no se había declarado y se comportaban como prometidos. La gente murmuraba.

Según Marianne. Willougby la llevó a casa de su tía en Allenham. Elinor no se acababa de convencer por tanta confianza pero Marianne era inmesamente feliz.

CAPÍTULO 9

-La partida de Willougby.

Willougby era muy amable con las hermanas de Marienne y con su madre. Al joven le parecía una casita muy romántica, por eso cuando comentó su madre la idea de hacer reforma, al joven no le pareció bien.

Elinor apuntó que la escalera era muy oscura y la cocina se llenaba de humo. Pero Willougby les dijo que había sido muy feliz allí y que le prometiera que no iba a cambiar nada.

Al día siguiente, Elinor, Margareyt y su madre se fueron a Barton Park a visitar a Lady Middleton. Marianne se quedó en casa a esperar a Willougby con el consentimiento de su madre quien pensó que al dejarlos solos igual el joven se declararía.

Muy lejos de la realidad, cuando regresaron a casa, Willougby seguía en la casa pero su hija corrió a su cuarto llorando desconsoladamente. Él les explicó que su tía le enviaba a Londres para resolver unos negocios y que tardaría en volver.

La señora Dashwood se preocupó aunque le dijo que sería siempre bienvenido en Barton Cottage. Willougby salió a toda velocidad.

Elinor y su madre pensaron que la tía de Willougby no aprobaba la relación con Marianne y por eso le envió a Londres.

Marianne bajó a cenar con los ojos enrojecidos, sin ganas de comer ni de hablar.

CAPÍTULO 10

-Un hombre a caballo.

Ya hacía una semana que el joven Willougby se había ido y no habían tenído noticias de él. Marianne seguía triste por la casa ; de en cuando tocaba el piano. Su madre y su hermana Elinor se miraban extrañada, no sabían lo que habría pasado pero su madre no quería preguntar nada.

Una mañana Marianne decidió salir a pasear con sus hermanas. Durante el paseo se acercó un hombre a caballo. Marianne se ilusionó pensando que sería Willougby pero al acercarse vieron que era Edward Ferrars. Marianne decepcionada lo recibió con una sonrisa. Elinor sin embargo se quedó sin respiración.

Edward regrasaba de estar quince días con unos amigos en Plymouth. Marianne y Elinor se sorprendieron porque pensaban venía de Londres. Pero Plymouth estaba cerca a poco más de 12 millas y no les había dicho nada. Les pareció muy extraño.

CAPÍTULO 11

-La tristeza de Edwuard.

Edward pasó una semana en Barton Park y aunque la familia Dashwood disfrutó de la compañía, él no parecía no pasar por su mejor momento. Se le veía desanimado. La señora Dashwood pensó que sería por culpa de la madre de Edward y de Fanny. Por culpa de su familia no tenía ninguna ocupación y eso le hacía sentir desgraciado.

Edward quería dedicarse a la Iglesia pero a su madre y hermana no le parecía lo suficientemente elegante.

Elinor sufría al verle tan desanimado, parecía evitarla. Pensó que nunca la propondría matrimonio. Pero no quería manisfestar sus emociones, ella no era como su hermana Marianne.

Edward se marchó y Elinor se sintió muy desgraciada. Se dedicó a las tareas domésticas y a dibujar como nunca, pero no podía dejar de pensar en Edward. 

Aquí terminamos la lectura hasta la próxima sesión de lectura con el segundo grupo del club.